Refranero Taurino

 Y      A buen banderillero hay toro en todas partes.
Y      A charrear y a torear se aprende con babas, no con barbas [Méx.].
Y      ¿A dónde vas?... ¡A los toros!... ¿De dónde vienes?... De los toros.
Refrán con el que se expresa la alegría que muestra el que va a una fiesta, y la desilusión que muestra a la vuelta, porque no se han cumplido sus expectativas.
Y      A dos puyas no hay toro bravo [Murcia].
Los castigos seguidos pueden acabar con el más bravo. Hay que ser perseverantes.
Y      A falta de pan, buenas son tortas; y a falta de toros, buenos son perros.
Prolongación y deformación del conocido refrán A falta de pan, buenas son tortas, que habla de conformarse con lo que hay pero con un claro sentido negativo.
Y      A la primera embestida, perdió el picador la vida.
Refrán surgido en los tiempos en los que los caballos no llevaban peto. Con frecuencia no solo los caballos, los picadores sufrían lesiones y cornadas recayendo sobre ellos la parte más peligrosa de la lidia.
Y      A la puta y al torero, a la vejez los espero.
Y      A los cojos sigue el toro.
Otro más de la serie que señala que las desgracias suelen cebarse en los más débiles.
Y      A lo mejor salta el estoque.
Previene contra los peligros imprevistos.
Y      A más toro va el becerro.
Y      A toro manso, mayor castigo.
Y      A toro muerto, gran lanzada.
Variante de A moro muerto, gran lanzada. Habla de lo valientes que son algunos cuando ya ha pasado el peligro.
Y      A tres del mes, toros en Jerez.
Uno de tantos refranes que dan cuenta de otro tiempo y otras costumbres.
Y      Abril, tiene la llave del toril.
Y      Acuéstate con los toros y amanecerás fajado [Méx.].
Y      Al loco y al toro, dálle corro [Arg.].
Este refrán presenta diversas variantes, la que precede es la Argentina, y dice cómo actuar frente a los enfurecidos. Otros aconsejan dejarlos solos, contemplarlos desde lejos: Al toro y al loco, de lejos mirarle el moco.
Y      Al loco y al toro, dejarlos solos [Méx.].
Y      Al mal torero, hasta los cuernos le molestan.
Y      Al torero que no hace la cruz, se lo lleva el diablo.
Refrán relativo a la suerte de matar, también llamado «momento de la verdad». El torero deberá meter su espada enteramente en todo lo alto del morrillo. Los brazos deben cruzarse al entrar a matar, de ahí la frase «hacer la cruz». En el momento del encuentro, el torero pierde de vista, por unos segundos, hacia dónde dirige el toro los pitones; es por ello que debe confiar saberlo dirigir con la muleta.
Y      Al toro bravo, échale vacas.
Y      Al toro bravo, y al hombre bravo, no le levantes nunca la mano.
Refrán típicamente taurino que habla de la necesidad de someter a los toros bravos, de torearlos por lo bajo para hacerles que humillen; la muleta, una vez rematado el muletazo, ha de sacarse por debajo de la pala del pitón, de lo contrario toman sus medidas y hasta su venganza.
Y      Al toro hay que agarrarlo por los cuernos.
Y      Al toro por delante, y al burro por detrás, que los aguante Barrabás.
Y      Al toro por el cuerno, y al hombre por el verbo.
<!--[if !vml]--><!--[endif]-->Habla de los puntos débiles: al toro para vencerlo hay que tomarlo por los cuernos para dominarlo. Igualmente al hombre se le puede vencer por las palabras que dice (por la boca muere el pez). Tenemos la variante: Al toro por las astas, y al hombre por la palabra y el proverbio latino: Se coge al toro por los cuernos, al hombre por la palabra y a la mujer por el elogio.
Se enlaza este refrán con aquel que aconseja que Al toro hay que agarrarlo por los cuernos.  
Y      Al toro por las astas, y al hombre por la palabra.
Y      Al toro y al loco, de lejos.
Y      Al toro y al loco, de lejos mirarle el moco.
Y      Antes de torear, por las dudas rezar.
Y      Apoderados, cómicos y toreros, los más embusteros.
Y      Aquello era una corrida de toros.
Indica confusión, desconcierto, desorganización... Surgió el refrán en la época en las que las corridas de toros eran bastante caóticas sobre todo cuando el toro salía con trapío y bravura e imponía su ley en la plaza.  
Y      ¡Ay, mamá, los toros, unos pintos y otros moros!
Refrán mexicano que hace referencia a la dificultad de alguien para elegir entre dos grupos sociales; por ejemplo cuando uno llega a una fiesta y no sabe a qué corro juntarse para entablar conversación.
Y      ¡Avíate, que vas a los toros!
Otra expresión más que refuerza la influencia de los toros en el habla popular. Este refrán habla de cuando la gente se vestía sus mejores galas, aún hoy lo hacen en muchas plazas y en algunas localidades especialmente, para ir a los toros. Se suele utilizar a menudo con ironía para ridiculizar a la gente que se acicala en demasía.
Y      Bronca en el ocho.
Aplicable a discusiones o broncas, entendidas en sentido general. Proviene del hecho de que era bastante habitual en la plaza de Madrid, que el público del tendido ocho organizara las broncas, entendidas en sentido taurino y definidas según el Diccionario de la Real Academia 92 como «manifestación colectiva y ruidosa de desagrado en un espectáculo».  
Y      Cada uno mate su toro.
Y      Cada mozo que lancee su toro.
Y      Cada vaca con un toro [And.].
Y      Cabuya fuerte, enlaza toro [Cuba].
Refrán cubano que habla de que cuando se ponen los medios adecuados no hay fuerza que se resista.
La cabuya (pita) es una soga hecha de ese material. Dar cabuya significa según el DRAE 'amarrar con cuerdas o cadenas'.
Y      Con gente de cuatro orejas, poca fiesta.
Y      Con toro toreado (jugado), mucho cuidado.
Porque aprende el engaño y busca el cuerpo. Se usa en sentido figurado para prevenir a las personas contra aquellas que han tenido malas experiencias.
En el Refranero mexicano se recoge una versión más larga: Con toro que ya han toreado, vete con mucho cuidado. También la variante: Con toro jugado, mucho cuidado.
Y      Corrida de expectación, corrida de decepción.
Refrán típicamente taurino que habla de cuánto se defraudan las expectativas ante las buenas corridas.  Existe las variantes Día de expectación, día de decepción y Tarde de expectación, tarde de decepción.
Y      Cuando el toro desconoce el tintineo del cencerro, de su rebaño se pierde.
Y      Cuando el toro es de raza, aunque la vaca sea flaca.
Y      Con el toro y la mujer, según yo creo, conviene siempre un pase de tanteo.
Y      Cuando escarba el toro en la arena parece estar cavando la fosa del torero (greguería).
Conocida greguería de Ramón Gómez de la Serna.
Y      Cuando hay toros no hay toreros, y cuando hay toreros casi nunca hay toro.
Y      Cuídate del toro por delante, de la mula por detrás y de los frailes por todos los lados.
Y      De buena vaca y buen toro, no puede salir mal ganado [Méx.].
Y      De cuernos, ni aun tintero.
Alusión a la infidelidad que ya aparece en el Peribáñez de Lope de Vega:
PERIBÁÑEZ: ¿Tú quieres que intente un lance?
CASILDA: ¡Ay no, mi bien, que es terrible!
PERIBÁÑEZ: Aunque más terrible sea,
de los cuernos le asiré,
y en tierra con él daré,
por que mi valor se vea.
CASILDA: No conviene a tu decoro
el día que te has casado,
ni que un recién desposado
se ponga en cuernos de un toro.
PERIBÁÑEZ: Si refranes considero,
dos me dan gran pesadumbre;
que a la cárcel, ni aun por lumbre,
y de cuernos, ni aun tintero.

Y      De diestro a diestro, el más presto/maestro.
Y      De toros pintos, vacas pardas [Nicaragua].
Y      De toros solo saben las vacas.
Y      De Valdemorillo, ni vaca, ni novillo; y a poder ser, ni mujer.
Y      De Paula se meterá cura, pero no lidiará un miura.
Y      Del mulo, por detrás; del toro, por delante; y de la mujer, por todas partes.
Y      Del toro [más] bravo, resulta el mejor novillo [Méx.].
Y      Del toro la bravura, de la moza la galanura.
Y      Del toro la bravura, de la musa, la ganadora [Portugal].
Refrán portugués para poner de relieve la necesidad de la bravura del toro.
Y      Del toro manso me libre Dios, que del bravo me libro yo [And.].
Curiosa variante andaluza del conocido refrán Del agua mansa líbreme Dios, que da la brava ya me libro yo.
Y      Desde la talanquera, huchea el toro cualquiera.
Y      Desde lejos se miran/ven los toros [Méx.].
Incluido en el Refranero mexicano parece significar lo que enuncia y estar en relación directa con aquel de El mejor torero es el de la barrera y que En los tendidos se sientan los expertos. Sin embargo, también puede interpretarse como un consejo ante los peligros de los que conviene alejarse.
Y      Día de expectación, día de decepción.
Y      Dios me libre de buey manso, que yo me libraré del malo.
Y      Dios me libre de los mansos; de los otros ya me libro yo.
Y      Don Emilio, que haiga toros [Porcuna (Sevilla)].
Y      Donde esté una buena corrida que se quite el fútbol... Y los toros también.
Y      Echarle fuera, echarle fuera, a ese torito que dé carrera [Losar de la Vera (Cáceres)].
Y      Echarle la capa al toro [Méx.].
Y      El buey más manso nos da la mejor patada [Méx.].
Y      El café en taza, y el torero en la plaza  [And.].
Y      El espectador avisado es como un toro toreado.
Y      El hombre por el verbo, los toros por los cuernos.
Y      El mejor torero es el de la barrera [Méx.].
Y      El que ha sido toro siempre rebumba [Campoo].
Y      El que nació pa’ toro, del cielo le caen los cuernos.
Y      El que presta a la mujer para bailar, o el caballo para torear, no tiene derecho a reclamar [Méx.].
Y      El que torea al toro, tiene que aguantar la cornada [Méx.].
Del  Refranero mexicano declara que el que se expone a riesgos ha de asumir las consecuencias.
Y      El que con toros sueña, que no se case [República Dominicana].
Incluido también en el Refranero mexicano se dirige a los celosos para aconsejarles que no se casen pues van a ver razones para sus celos por cualquier lado.
Y       El torero propone, el empresario dispone y el toro lo descompone.
Versión taurina del conocido refrán: El hombre propone, Dios dispone, y viene la mujer y lo descompone.
Y      El toro de 5 años y 500 kg.
En la edad y el desarrollo de los toros inciden varios refranes dentro de la tradición taurina. Con este se viene a indicar que el toro tiene que tener cierta madurez que vendrá dada por el peso y por los años pasados en los pastizales que le asegurarán un desarrollo lento de acuerdo a su estructura.
Y      El toro de cinco, y el torero de veinticinco.
 Este refrán, que se sigue usando aún entre los aficionados taurinos, ha cambiado su significado a lo largo del tiempo pasando a significar algo opuesto al primitivo. Nació a mediados del siglo XIX para reclamar juventud, tanto en los toros
como en los toreros. Era entonces usual lidiar toros ya muy añosos de hasta ocho y nueve años que eran prácticamente cabestros, a la par que era usual ver a toreros entrados en años en los ruedos.
Hoy los tiempos han cambiado y con el refrán se quiere indicar que los toros han de tener las cinco yerbas reglamentarias y que los toreros han de estar en su madurez para dar lo mejor de sí mismos.
Y      El toro molinero, o bravo o traicionero [Méx.].
No hemos encontrado en los vocabularios taurinos ninguna referencia a los toros molineros, quizás sea solo una referencia a los toros mansos usados por su fuerza en los molinos, o puede que sea una referencia al color blanco. En el Refranero mexicano se lee textualmente: «Refrán popular que en forma declarativa significa lo que enuncia.